9 de febrero del 2020
CONSEJO DIVINO.
LA PROFECÍA DE JEREMÍAS
CAPITULO XLIX
DEL LIBRO DE DIOS "LA PROFECÍA DE JEREMÍAS CAP. XLIX– 49"
Jeremias profetiza
la ruina de los Ammonitas, de los Iduméos, de los de Damasco, y de Cedar, y de
los reinos de Asor, de Elam.
Profecía contra los hijos de Ammon. Esto
dice el Señor: Pues qué ¿No tienes hijos Israél, o está acaso sin heredero?
¿por qué pues melchom se ha hecho dueño de Gad, su pueblo, y está habitando en
las ciudades de esta tribu? Por tonto he aquí que viene el tiempo, dice el
Señor, en que yo haré oír en Rabbath de los hijos de Ammon el estruendo de la
guerra; y quedará reducido a un montón de ruinas, y sus hijas, o pueblos serán
abrasadas, e Israel será señor de aquellos que lo habían sido de él. Oh Hesebon,
prorrumpe en alaridos, al ver que ha sido asolada. Hay tu vecina: alzad el
grito, oh hijos de Rebbath, ceñíos de cilicios, plañid, y dad vueltas por los vallados:
porque Melchom será llevado cautivo a otro país, y juntamente con él sus
sacerdotes y sus príncipes. ¿Por qué te glorias de tus amenos valles? Arruinados
han sido tus valles, oh hija criada entre delicias, que, confiada en tus
tesoros, decías: ¿Quién vendrá contra mí? He aquí que yo, dice el Señor de los ejércitos,
haré que te llenen de terror todos los pueblos comarcanos tuyos y quedareis
dispersos, el uno lejos del otro, sin que haya nadie que reúna a los fugitivos.
Y después de esto, haré que regresen a
su país los hijos de Ammon, dice el Señor.
Contra la Idumea, Esto dice el Señor de los
ejércitos:
Pues qué, ¿No hay más sabiduría que esa en
Theman? No; ya no hay consejo en sus hijos: de nada sirve su sabiduría. Hiud,
no volváis a mirar a tras: bajaos a las más profunda simas, oh habitantes de
Dedan: porque yo he enviado sobre Esaú su ruina, el tiempo de su castigo. Si hubiesen
venido a ti vendimiadores, no hubieran dejado racimos, pero si algún rebusco:
si hubiesen venido ladrones, hubieran robado cuanto les bastase sin destruir lo
demás. Más yo he descubierto a Esaú, he manifestado aquello que él había escondido,
y no podrá ya ocultarlo: queda destruido su linaje, y sus hermanos y vecinos; y
el no existirá más. Deja no obstante tus huérfanos: yo los haré vivir, y en mi pondrán
su esperanza tus viudas. Porque esto dice el Señor: He aquí que aquellos que no
estaban sentenciados a beber el cáliz de la ira del Señor, también le beberán sin
falta; ¿y tú querrás ser dejada aparte como inocente? No, tú no serás tratada
como inocente: y le beberás sin remedio. Pues por mí mismo he jurado, dice el
Señor, que Bosra será devastada, y llenada de oprobio, y objeto de maldición; y
una eterna soledad es lo que vendrán a ser todas sus ciudades.
Esas cosas oí yo del Señor, y luego
Nabuchodonosor ha enviado mensajeros a las gentes suyas diciendo: Reunios, y
venid contra Bosra, y vamos a combatirla: porque pequeño haré yo que seas, oh
Iduméo, entre las naciones, y despreciable entre los hombres. La arrogancia
tuya y la soberbia de tu corazón te engañaron: tú que habitas en las cavernas
de las peñas, y te esfuerzas a levantarte hasta la cima del monte; aunque
hiciste tu nido más alto que el águila, de allí te arrojaré, dice el Señor. Y la
Iduméa quedará desierta: todo el que pasare por ella se pasmará, y hará mofa de
sus desgracias. Así como fueron arrasadas Sodoma y Gomorrha, y sus vecinas,
dice el señor; también ella quedará sin hombre que la habite, no morará allí ni
una persona.
He aquí que Nabuchodonosor, como león,
vendrá desde el hincado Jordán a caer sobre la bella y robusta Iduméa: porque
yo le haré correr súbitamente sobre ella ¿Y quién sino Nabuchodonosor será el varón
escogido, al cual yo encargue a que se apodere de ella? Porque ¿Quién hay semejante
a mí? ¿Quién habrá que se me oponga?¿ni cual es pastor o capitán que se pondrá
delante de mí? Oíd pues el designio que ha formado el Señor acerca de Edom; y
lo que ha resuelto sobre los moradores de Theman: Juro yo, dice, que los pequeñuelos
del rebaño derribaran por tierra, y destruirán a los Idumeos y a sus
habitaciones o ciudades. Al rumor de su ruina se conmovió la tierra: hasta el
mar rojo llegaron sus voces y clamores. He aquí que vendrá, y extendidas sus
alas levantará el vuelo como águila, y se echara sobre Borsa; y el corazón de
los valientes de la Idumea será en aquel día como corazón de mujer que esta de
parto.
Como Damasco.
Confundidos han sido Emath y Arphad: porque
han oído una malísima nueva, se ha turbado los de las islas del mar su inquietud
no la deja sosegar. Damasco esta azorada: ha echado a huir: ella está temblando
toda: oprimida se halla de congojas y de dolores, como la mujer que esta de
parto. ¡Cómo han abandonado ellos la ciudad famosa, la ciudad de las delicias! Serán
degollados sus jóvenes por las calles; y quedarán exánimes en aquel día todos
sus guerreros, dice el Señor de los ejércitos. Y aplicaré fuego al muro de Damasco, el cual
consumirá las murallas del rey de Benadad.
Contra Cedar, y otra contra los reinos o posesiones
de Asor, destruidos por Nabuchodonosor rey de Babylonia. Esto dice el Señor:
Levantaos, marchad contra Cedar, y
exterminad los hijos de oriente. Se apoderaran de sus tiendas y de sus ganados:
robaran sus pieles, y todos sus muebles, y sus camellos; y acarrearan de todas
partes el terror sobre ellos.
Huid, escapad lejos a toda prisa, dice el
Señor; reposad en las cavernas, vosotros que habitáis en Asor; porque contra vosotros
ha formado designios, y ha maquinado males el rey de Babylonia Nabuchodonosor. Levantaos,
dice el Señor a los Chaldeos, marchad a invadir una nación tranquila que vive sin
temor alguno: no tienen puertas ni cerrojos: habitan solitarios.
Vosotros les arrebatareis sus camellos, y
serán presa vuestra sus muchísimos jumentos. Yo dispararé a todos vientos a
estos que se cortan sus cabellos en forma de corana, y de todos sus confines
haré venir contra ellos la muerte, dice el Señor. Y Asor parará en ser guarida
de dragones, y eternamente desierta: no quedará allí hombre alguno, ni la
habitará persona humana.
Palabras que el Señor dijo a Jeremías
profeta, contra Elam, al principio del reinado de Sedecias rey de Judá. Esto
dice el Señor de los ejércitos.
He aquí que yo haré pedazos el arco de
Elam, que es el cimiento de su pujanza. Y soltaré contra Elam los cuatro
vientos de los cuatro puntos del cielo, y dispersaré a sus moradores hacia todos
estos vientos; sin que haya nación alguna a donde no lleguen fugitivos de Elam.
Y haré que tiemble Elam delante de sus enemigos, y a la vista de aquellos que
intentan su ruina. Enviaré calamidades sobre ellos, la furibunda indignación mía,
dice el Señor; y enviaré tras de ellos la espada que los persiga hasta
acabarlos. Y pondré mi trono en Elam, y arrojaré de allí a los reyes y a los príncipes,
dice el Señor. Mas en los últimos días yo haré que vuelvan a su patria los
cautivos de Elam, dice el Señor.
El señor vuelve con su palabra que tiene poder e infinita
sabiduría. Leed tranquila y concienzudamente y hallaras en cada frase, en cada
palabra una enseñanza del libro del Señor. Medítalas y aplícalas en
tu vida, en tu familia y sobre todo, compártelas con tus estudiantes. Cada
día el Señor te da una enseñanza y una palabra para reflexionar. El camino de
la perfección requiere de mejor y mayor esfuerzo. Y tú estás en ese CAMINO. ¿Por qué Quieres huir de la
perfección que Dios te ofrece?
FELIZ
SEMANA
JJ = J2
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