Abril 25 DEL 2014
GABO
|
EL
NOBEL QUE MURIÓ SIN VER LA PAZ EN EL COLOMBIA.
Hasta ocho horas de fila para ver por dos
minutos las cenizas de Gabo.
Bajo un
aguacero extraviado, el 6 de marzo de 1927, nació Gabriel
José García Márquez. Hoy, bajo los primeros olores que anuncian lluvia,
este jueves 17 de abril de 2014, a la edad de 87 años, ha muerto en México DF
el periodista colombiano y uno de los más grandes escritores de la literatura
universal. Autor de obras clásicas como Cien
años de soledad, El amor en los tiempos del cólera, El coronel no tiene quien
le escriba, El otoño del patriarca, Crónica
de una muerte anunciada, vivir para contarla, memoria de mis putas tristes, la
hojarasca, del amor y otros demonios, la Cándida Erendira, doce cuentos
peregrinos, noticia de un secuestro, los funerales de la mamá grande, el
general en su laberinto, la mala hora, ojos de perro azul y relatos de un naufrago. fue el creador de un territorio
eterno y maravilloso llamado Macondo.
Nació
en la caribeña Aracataca, un poblado
colombiano, un domingo novelable a partir del cual el niño viviría una infancia
a la que volvió muchas veces. Entró a la literatura en 1947 con su cuento La
tercera resignación; la
gloria le llegó en 1967 con Cien años de soledad, y su confirmación en 1982 con el Nobel
de Literatura. Ahora, el ahijado más prodigioso de Melquiades se ha ido, para
quedarse entre nosotros un hombre que creó una nueva forma de narrar; un
escritor que con un universo y un lenguaje propios corrió los linderos de la
literatura; un periodista que amaba su profesión pero odiaba las preguntas; una
persona que adoraba los silencios, y con un encanto que cautivó a intelectuales
y políticos, y hechizó a millones de lectores en todo el mundo.
Su última aparición en público fue el 6 de marzo de este año, el
día de su cumpleaños 87. En los videos registrados ese día, se lo
ve frágil y delicado, pero camina por sí mismo, su mirada es un poco perdida,
pero su aspecto general es relativamente estable.
El 31 de marzo, solo tres semanas después de su cumpleaños, Gabo
fue hospitalizado en el Instituto Nacional de Ciencias Medicas y Nutrición Salvador
Zubirán de la ciudad de
México, donde permaneció hospitalizado por 9 días hasta el 8 de abril en que
salió de alta, ignorándose los detalles de su real estado. Un medio
periodístico informó que su linfoma se había diseminado, pero su familia lo
negó, revelando más bien que solo iba a recibir cuidados paliativos.
En Centro Cultural Gabriel García Márquez se leyeron las obras
del Nobel de Literatura.
Ni el intenso sol disuadió
a la romería de entrar al Palacio de Bellas Artes de México.
“Esto
va a ser muy cabrón”, suelta un muchacho de gafas gruesas y Silvia Zaragoza lo
confirma con un suspiro largo. Son las 4 de la tarde y las dos filas más o
menos juiciosas que se habían formado tres horas antes se volvieron un tumulto.
No cabe una mano entre una persona y otra.
Silvia,
con metro y medio de estatura, no alcanza a ver nada de lo que está pasando
adelante, a la entrada del Palacio de Bellas Artes, donde están dispuestas las
cenizas de Gabriel García Márquez para que reciban el homenaje del pueblo
mexicano.
Silvia llegó a las 9 de la mañana,
cuando el sol no picaba tanto y la plaza frente al Palacio estaba casi vacía.
Tomó un metro desde su casa en Iztapalapa, al sureste del D. F., y atravesó
diez estaciones hasta llegar al centro histórico, donde está Bellas Artes,
sobre la avenida Juárez. Llegó preparada, con un sombrero de tela, porque
presumía el sol, y un libro de García Márquez para soportar la espera de buena
forma.
Desde
el pasado 6 de marzo, cuando Gabo salió en las noticias por la celebración de
su cumpleaños, Silvia se empeñó en releer 'Cien años de soledad'. Tiene una de
las ediciones más bonitas, la de Editorial Sudamericana, de 1967. “Recuerdo
haber visto a Gabo en una foto con un ejemplar como este en la cabeza”, dice
Silvia y se pone la novela de sombrero, abierta por la mitad. En su libro están
subrayados los nombres propios porque se enreda entre Aurelianos y Arcadios
primeros y segundos.
Entrado
el mediodía del lunes, cuando la zona se llena de micrófonos y cámaras, la
vieja edición que Silvia aprieta entre sus manos se vuelve una suerte de imán
para los reporteros que llegan a hacerle preguntas. Silvia cuenta que esa
novela la compró en la librería Cristal, en 1968, cuando sus amigos se la
recomendaron. Le gusta también 'El coronel no tiene quién le escriba' y se
acuerda siempre de la escena en la que la esposa del coronel cocina piedras
para que hagan ruido y los vecinos crean que tienen comida. Y se acuerda del
gallo de pelea. Y del hombre que se quedó esperando la pensión.
Nuestro
nobel, nuestro Gabo, se fue.., se murió son el sueño ferviente de ver en Colombia…,
en su patria querida, esa paz que tanto anhelaba y que todos deseamos; pero
estoy seguro que si el cielo existe, desde el más allá, nos ayudará a conseguir
ese sueño dorado… esa paz grandiosa, estable y duradera que nos llevará en el
mundo a nunca volver a vivir 100 años de soledad, de sangre y de guerra
indiscriminada.
Ahora,
nuestra querida I.E.R.D. CACICAZGO de Suesca, se prepara para dar comienzo a la
'Gabolectura' donde estudiantes, docentes, directivos, padres de familia y
autoridades, quedan invitados a rendirle
homenaje a nuestro GABO, en una jornada sin precedente donde todos aprenderemos
de todos sobre las obras de nuestro nobel.
JJ
= J2
No hay comentarios:
Publicar un comentario