Buena persona, ¿se nace o se hace?: 10 consejos de crecimiento personal para ser un hombre mejor en la nueva normalidad
Aprender a ser una persona mejor es una de las grandes inquietudes humanas, y más en una situación como la que vivimos hoy. Pon en práctica estos 10 consejos de crecimiento personal. Esto es lo que define a una buena persona de verdad en todo el mundo. Así es cómo puedes caer bien en menos de un minuto según los expertos.
Ser una buena persona, al igual que ser más inteligente, es una de las grandes inquietudes humanas, pero, ¿se nace o se hace? En esta pregunta entran en juego muchos factores genéticos y sociales, aunque si algo hemos aprendido de los debates en torno a la inteligencia emocional, y a la situación que hemos vivido en los últimos meses, en los que no hemos podido salir de casa, es que siempre hay margen para la mejora. Pon en práctica estos 10 consejos de mejor personal.
1. Practica el autocuidado
¿A qué se refiere el término autocuidado, que está tan de moda? Vivimos tan inmersos en nuestro trabajo y en nuestra rutina cotidiana que olvidamos cuidarnos para ser (más) felices: atendernos física y estéticamente, seguir una dieta saludable y encontrar un deporte que nos guste, pasar más tiempo con los nuestros, gestionar nuestras emociones… La ayuda de un psicólogo no está de más.
2. Sé fiel a ti mismo
En nuestra vida nos encontramos en un constante duelo en lo que somos para nosotros y lo que somos para los demás, y cuanto más alineados estén ambos conceptos, mejor. Lo aprendemos en la adolescencia y nos cuesta aplicarlo. A veces creamos disfraces para encajar en lo que los demás esperan, pero debemos ser fieles a nosotros mismos, con nuestras virtudes y con nuestros errores.
3. Sé honesto y nunca mientas
El primer paso es conocernos y aceptarnos con lo bueno y con lo malo, como decíamos antes. El segundo, actuar en consecuencia. Creemos que ocultar (y ocultarnos) lo menos bueno es positivo, en forma de mentiras u omisiones, en nuestro trabajo, o en nuestras relaciones, por ejemplo, pero lo que debemos hacer es responsabilizarnos de nuestros errores con valentía y aprender algo siempre.
4. Aprende a escuchar
Dicho de otra manera: pon en práctica la empatía. Nuestra imagen de los demás se conforma de nuestras impresiones o experiencias, y a veces olvidamos que las personas tienen una biografía que desconocemos, y que les hacen como son. Si quieres tener vínculos auténticos en la familia, en el trabajo, en el amor, en los amigos, aprende a escuchar y a ponerte en la piel de los que te rodean.
5. Dedícate a tus pasiones
En ocasiones olvidamos que trabajamos para vivir y no vivimos para trabajar, pero es indudable que nuestra parte profesional es muy importante, que nos ayuda a crecer y a realizarnos. Por ello debemos enfocarla hacia lo que de verdad nos gusta, y si no lo conseguimos, reservar una pequeña parcela para ello. Haz una valoración de tu situación laboral y si puedes dale un giro hacia el lugar correcto.
6. Participa en alguna causa
En nuestros artículos dedicados a la realidad LGTB+ hemos contactado con expertos que aconsejan participar en causas relacionadas para sanar algunas de nuestras propias heridas y crear una red de relaciones seguras. Lo mismo se puede aplicar a quienes no pertenecen al colectivo: ser solidario te ayudará a descubrir otras experiencias, a dar una parte de lo que tienes y a crecer emocionalmente.
7. Aprende a gestionar tus emociones
Muchos de los apuntes que estamos haciendo conducen a este aprendizaje: gestionar nuestras emociones, la inteligencia emocional. ¿En qué consiste exactamente? En reconocer qué nos alegra, qué nos entristece, qué nos enfurece, y cómo dar salida a todo eso de la mejor forma posible. Algo muy importante: dejar atrás el perdón y la ira. De nuevo, los psicólogos son la principal ayuda.
8. Sé respetuoso y útil
Cuando hablábamos de empatía, también nos referíamos a esto. No tanto en el sentido de crear vínculos, sino en el de intentar ser siempre amable, respetuoso y útil. En la vida cotidiana nos enfrentamos a emociones que nos hacen estar de un humor de perros, pero debemos evitar pagarlo con los demás. Una sonrisa en el metro, un “por favor” o “gracias”, pueden arreglarte el día.
9. Lee y viaja mucho
Nada para aprender de empatía o inteligencia emocional como leer y viajar mucho. Decimos leer, pero podemos extenderlo a la cultura (consumir ficciones, series, películas, documental) y a la prensa (entender qué está pasando en el mundo). Y lo de los viajes no tenemos que explicarlo. Es la mejor manera de conocer otras sociedades y formas de comprender la realidad más allá de la propia.
10. Sé agente de cambio
No queremos que te conviertas en el pesado de la oficina ni en un vampiro de energía, pero es cierto que todo lo que sepas, todo lo que transmitas, tendrá un impacto en los demás. Si practicas todo lo anterior, ese efecto será positivo, porque tú ya serás mejor persona. Intenta hacer entender a los demás por qué eres como eres y por qué luchas por lo que luchas, y puede que sigan tus pasos.
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