POR MAL QUE ESTÉN LAS COSAS SON SUSCEPTIBLES DE EMPEORAR.

POR LO CUAL DEBEMOS TOMAR LAS MEDIDAS DE PREVENCIÓN PERTINENTES EN LA TEMPORADA DE INVIERNO.

Ya casi completamos un año desde que comenzó el confinamiento y la emergencia sanitaria que ha cobrado más de dos millones de vidas en todo el mundo, dejado sin empleo a millones de personas y nos mantiene aún en un estado de emergencia, zozobra y angustia permanente.

A pesar que ya están llegando las vacunas y que ha disminuido el segundo pico del contagio, no podemos bajar la guardia, porque el virus no se ha ido, esta entre nosotros y sigue cobrando vidas y contagios.

Pero la temporada de lluvias y el invierno apenas comienza y ya tenemos reportes de inundaciones, tragedias y muertes en el territorio nacional.

Para no ir muy lejos haremos referencia a lo que estamos sucediendo en Suesca, municipio de Cundinamarca al norte de Bogotá.  La semana pasa con la primera lluvia de finales del mes de febrero tuvimos inundaciones en casas, fincas y emergencias en algunas edificaciones; pero el día de ayer 2 de marzo del año en curso, en horas de la tarde, la lluvia fue torrencial, tan intensa que las aguas corrían con tanta furia en busca del río o de tierras más bajas, que en su curso podía arrastrar carros, animales y personas a las zanjas, con tanta suerte que no tuvimos ninguna víctima fatal. 

Pero esta situación debe ponernos en alerta de emergencia, ya que por nuestro municipio pasa el río Bogotá y hay varias veredas de nuestro municipio que están ubicadas bajo el influjo e impacto de la creciente del río al que hago referencia.

Teniendo en cuenta que el refrán popular reza: “Abril, lluvias mil”, debemos prepararnos

para lo que pueda suceder, esperar a que las cosas sucedan sin tomar medidas de precaución o mitigación del riesgo, esperando a que no pase nada, es irresponsabilidad. 

Estas dos primeras lluvias nos están dando una señal del tiempo, un grito de alarma, una alerta a todas las autoridades y a la comunidad en general para que se tomen las medidas

preventivas necesarias para mitigar el riesgo de inundación o desastres que puedan

 conllevar a agudizar la situación de tragedia en la que hemos sido empujados por la pandemia.

Ya bastante tenemos con el riesgo y las muertes causadas por el CORONA-VIRUS, para sumirnos en tragedias de inundaciones, desastres y pérdida de vidas. Seria, una catástrofe y una falta de previsión que tuviéramos que confirmar la ley de Murphy “Cualquier situación, por mala que sea, es susceptible de empeorar”.

 

JJAP