miércoles, 28 de mayo de 2025

 

10 cualidades esenciales de un buen profesor

¿Alguna vez has recordado a ese profesor que lo cambió todo para ti? No es el único. Un abrumador 88% de las personas afirman que un profesor tuvo un impacto significativo y positivo en sus vidas, lo que plantea la cuestión de qué es un buen profesor. Este es un poderoso recordatorio de cómo el educador adecuado puede moldear el futuro.

Pero, ¿qué diferencia exactamente a los profesores extraordinarios de los meramente adecuados? A menudo se reduce a sus habilidades docentes. ¿Qué cualidades especiales transforman un aula ordinaria en una plataforma de lanzamiento para el éxito a lo largo de toda la vida?

He pasado años observando a educadores excepcionales en acción, y me entusiasma guiarte a través de las 17 cualidades probadas que los maestros verdaderamente excepcionales encarnan. Para cada cualidad, descubrirás ejemplos prácticos, perspectivas respaldadas por la investigación y consejos claros que puedes reconocer o aplicar inmediatamente.

Descubra cómo educadores corrientes se convierten en modelos extraordinarios.

Por qué son tan importantes los buenos profesores

  • 88% de las personas dicen que un profesor tuvo un impacto significativo y positivo en su vida
  • El 98% de las personas cree que un buen profesor puede cambiar el rumbo de la vida de un alumno
  • El 83% de los alumnos afirma que un profesor ha reforzado su autoestima y su confianza en sí mismos.
  • El 89% de la gente cree que el trabajo de los profesores es muy duro
  • El 94% de los encuestados opina que hay que reconocer más a los buenos profesores

Cualidades esenciales de un buen profesor

Antes de examinar estas cualidades transformadoras de la enseñanza, una nota rápida: aunque estos rasgos se presentan individualmente, los educadores más inspiradores suelen combinar varias de estas características.

Sus combinaciones únicas crean la "magia" especial de la enseñanza que todos recordamos de nuestras experiencias favoritas en el aula.

Empecemos. 

1. Habilidades de comunicación sólidas: La base de una enseñanza eficaz

Cuando oye la palabra "comunicación", ¿qué es lo primero que le viene a la mente? ¿Simplemente hablar? Por supuesto que no. Una comunicación sólida, a menudo considerada como una excelente capacidad de comunicación, es el puente entre el conocimiento y la comprensión. Cuando un profesor domina esta habilidad, el aprendizaje fluye de forma natural en ambas direcciones.

¿Por qué es importante? Por eso:

  • Simplifica la complejidad descomponiendo los conceptos difíciles en partes digeribles y comprensibles.
  • Crea momentos de aprendizaje memorables mediante el uso estratégico de historias y ayudas visuales.
  • Genera confianza a través de la escucha activa, mostrando a los alumnos que sus voces importan.
  • Modela la precisión lingüística, especialmente importante para los profesores de inglés.

Si es sincero, estará de acuerdo en que hasta el plan de clase más brillante se desmorona sin una comunicación clara. Los profesores más eficaces adaptan su mensaje para llegar a cada tipo de alumno en el aula, asegurándose de que ningún estudiante se quede atrás en una niebla de confusión.

Esta habilidad va mucho más allá de la enseñanza en el aula. Ya sea comunicándose con los padres sobre los progresos de los alumnos o proporcionando comentarios constructivos sobre las tareas, la capacidad de un profesor para transmitir ideas con claridad y escuchar con atención sienta las bases de todo lo demás que ocurre en el entorno de aprendizaje.

Lo que resulta especialmente fascinante es cómo los mejores comunicadores en educación adaptan su enfoque a las necesidades de cada alumno, a veces explicando el mismo concepto de tres formas distintas hasta que cada rostro muestra ese momento de comprensión.

2. Pasión y entusiasmo por la enseñanza

En el momento en que un profesor entra en clase irradiando auténtico entusiasmo por la lección del día, sucede algo mágico. Su energía se vuelve contagiosa, transformando temas rutinarios en exploraciones cautivadoras y fomentando una mentalidad de crecimiento en los alumnos...

"A los alumnos no les importa cuánto sabes hasta que saben cuánto te importa", dice un viejo adagio pedagógico que suena especialmente cierto cuando se habla de entusiasmo.

Cómo es la enseñanza apasionada en acción:

  • El profesor de historia que llega disfrazado de personaje histórico para una clase especial.
  • El profesor de matemáticas cuyo genuino entusiasmo por las ecuaciones hace que los alumnos reconsideren su postura de "odio las matemáticas".
  • El profesor de literatura cuya voz cambia con cada personaje durante las lecturas en voz alta.

Cuando los alumnos son testigos de un entusiasmo auténtico, es más probable que se comprometan y, en última instancia, que destaquen.

Según un estudio que los profesores entusiastas fomentan significativamente la motivación y el compromiso de los alumnos, lo que puede mejorar la retención y el recuerdo del material en comparación con los profesores menos apasionados que enseñan el mismo contenido.

La belleza de la pasión es que no puede fingirse. Los alumnos perciben el entusiasmo genuino, lo que la convierte en una de las herramientas más honestas y eficaces del arsenal de un profesor.

3. Empatía e inteligencia emocional

La diferencia entre un buen profesor y uno excelente radica a menudo en su capacidad para leer la temperatura emocional de su aula. 

La inteligencia emocional puede ser la habilidad más infravalorada en la educación actual. Mientras que en los programas de formación del profesorado se presta una atención infinita al conocimiento de los contenidos, la capacidad de comprender y responder a los estados emocionales de los alumnos transforma fundamentalmente la experiencia de aprendizaje de un modo que el currículo por sí solo nunca podría lograr.

Los grandes profesores comprenden instintivamente esta conexión y la convierten en el centro de su enfoque:

Crean seguridad psicológica reconociendo los sentimientos de los alumnos sin juzgarlos. Cuando un alumno normalmente comprometido parece retraído, se dan cuenta y responden adecuadamente.

Practican la toma de perspectiva considerando cómo las políticas, las tareas y las interacciones en el aula pueden percibirse desde los diversos puntos de vista de sus alumnos. Esto puede significar reconocer cuándo las diferencias culturales afectan a la participación en clase o comprender cómo las circunstancias familiares influyen en la realización de los deberes.

Modelan la regulación emocional en situaciones difíciles. Cuando surgen tensiones en el aula o surgen temas difíciles, estos profesores muestran respuestas sanas en lugar de reactividad.

Un profesor de secundaria lo explicó perfectamente: "Mis conocimientos de la materia hacen que los alumnos superen los exámenes, pero mi inteligencia emocional les hace superar la vida".


4. Adaptabilidad y flexibilidad

Nunca he conocido a un profesor que sea rígido en su planteamiento y, sin embargo, tenga éxito como educador eficaz. Muéstrame uno si lo tienes. Los educadores más impactantes poseen una notable capacidad para cambiar de marcha sin problemas cuando las circunstancias lo exigen.

Piense en la mañana en que la mitad de sus alumnos llegan agotados después de los exámenes estandarizados, o cuando la tecnología falla a mitad de la presentación, o cuando los acontecimientos actuales hacen que el tema de debate que había planeado sea de repente profundamente relevante. Estos momentos separan a los profesores meramente competentes de los verdaderamente excepcionales.

¿Cómo es la adaptabilidad en tiempo real?

El profesor flexible reconoce múltiples caminos hacia el dominio. En lugar de insistir en un único enfoque, ofrece diversas vías de comprensión. Ayudas visuales para algunos alumnos, actividades prácticas para otros y explicaciones conceptuales para los pensadores abstractos. Esta capacidad de respuesta garantiza que ningún alumno se quede atrás simplemente porque no se ha tenido en cuenta su estilo de aprendizaje.

Consideran los planes de clase como andamiajes, no como mandamientos. Cuando las preguntas de los alumnos revelan una laguna de conocimientos inesperada o despiertan una auténtica curiosidad, estos educadores pueden desviarse temporalmente de la ruta prevista para abordar las necesidades inmediatas de aprendizaje sin perder de vista los objetivos del plan de estudios.

Aceptan lo desconocido con confianza. Tanto si se trata de incorporar nuevas tecnologías educativas como de responder a los cambios en las normas curriculares, los profesores adaptables mantienen la compostura y la eficacia.

Estas cualidades no se desarrollan de la noche a la mañana, sino que proceden de la experiencia y de la convicción fundamental de que la educación debe estar al servicio de las necesidades de los alumnos y no de las conveniencias administrativas.

5. Paciencia y perseverancia

Si se conforma con la mediocridad, eso es exactamente lo que conseguirá. Los buenos profesores saben que establecer objetivos claros y estimulantes no es sólo algo positivo, sino que no es negociable para garantizar el éxito de los alumnos. Cuando subes el listón y te niegas a aceptar nada que no sea esfuerzo y progreso, los alumnos se ven obligados a ir más allá de su zona de confort y descubrir de lo que son realmente capaces.
Pero aquí está el truco: las altas expectativas no bastan por sí solas. La magia se produce cuando las normas estrictas se equilibran con un apoyo y una responsable.

martes, 20 de mayo de 2025

TE INVITAMOS A CONOCER LA EVALUACIÓN FORMATIVA

Inicio de implementación de la Estrategia de evaluación formativa Quiero ser, Quiero Saber EXA

formativa Quiero ser, Quiero Saber EXA

Querido(a) rector(a), reciba un cordial saludo:


Desde el Ministerio de Educación Nacional nos complace extenderle la siguiente invitación para que participe de la estrategia de evaluación formativa Quiero ser, quiero saber EXA dirigida a la comunidad educativa del país. Los esperamos el próximo 30 de mayo en el lanzamiento a nivel nacional.

De igual forma, el próximo 30 de mayo se darán más claridades en el canal de YouTube del Ministerio de Educación Nacional sobre la aplicación y alcance de la evaluación formativa.
A continuación, compartimos con ustedes el enlace para acceder a la herramienta en donde se podrán presentar la pruebas:
https://quieroserquierosaber.edu.co/



Encuentro virtual día: viernes, 30 de mayo de 2025

Hora de transmisión: de 9:00 a.m. a 12:30 m.

Enlace para la transmisión:

 https://www.youtube.com/channel/UCwdbQiqF4uzBj8ihqWKmQAQ




viernes, 16 de mayo de 2025

jueves, 15 de mayo de 2025

 

FELIZ DÍA DEL MAESTRO A TODAS Y TODOS LOS DOCENTES DEL MUNDO EN SU DÍA.



Pero en forma ESPECIAL a nuestros docentes CACIQUISTAS

Ser docente es mucho más que impartir conocimientos; es abrazar una vocación que transforma vidas, un llamado a enseñar desde el corazón y con el alma. En cada aula, detrás de cada palabra, gesto y mirada, se manifiestan cualidades que convierten al educador en una figura esencial e inolvidable en el camino de quienes aprenden.

Una de las virtudes más admirables en un buen docente es su pasión por enseñar, una llama interior que no se apaga con el tiempo ni con las dificultades. Esa pasión se manifiesta en la entrega diaria, en el esfuerzo constante por despertar curiosidad, y se nota en el brillo de los ojos cuando explica un concepto y es entendido por un estudiante, en la paciencia infinita para volver a repetirlo si es necesario hasta que se logre el objetivo.

A esta pasión se une el amor a los niños o a quienes aprenden. Un docente como tú, transmite cariño, respeto y comprensión, sembrando no solo conocimientos, sino también seguridad y confianza en sus estudiantes. El compromiso, esa decisión firme de estar presente en cuerpo, mente y espíritu, se convierte en tu carta de presentación, incluso en los días lluviosos, fríos o difíciles.

Un verdadero maestro como tú, también cultiva la prudencia y la confidencialidad, sabiendo cuándo hablar y cuándo callar o guardar silencio, cómo acompañar sin invadir, cómo orientar sin imponer. Un maestro como tu escucha, y tiene la capacidad de ayudar a entender, más allá de memorizar, guiando a sus estudiantes para que descubran por sí mismos el valor del aprendizaje.

Estoy seguro que tu inteligencia emocional te permite reconocer y gestionar tus emociones, y comprender las ajenas. Esto te hace más empático, capaz de ponerte en el lugar del otro y actuar con sensibilidad ante cada situación. Así el “enseñar al que no sabe”, como lo hizo el Maestro de maestros, se vuelve una labor casi divina para ti: con humildad, ternura, paciencia y entrega total.

Pero tu mí querido maestro no solo acompañas: también corriges, y lo haces con sabiduría, en el momento oportuno, en el lugar correcto y en la situación adecuada, con palabras sabias, que construyen y engrandecen la corrección. Tu transparencia, tu sentido de la justicia y tu compromiso con la equidad son garantía para que toda corrección sea un acto de crecimiento, no de humillación. Aplaudo que ni un gesto, ni un sarcasmo, ni un tono despectivo empañen tu grandeza ni el respeto que merece cada estudiante.

Gracias por los momentos de alegría que traspasan tu clase, porque enseñar con amor también es celebrar los pequeños logros, valorar el esfuerzo, y mantener viva la esperanza de un futuro mejor.

Porque un buen MAESTRO como tú, no solo enseña contenidos, sino que inspira, transforma y deja huellas imborrables en el alma de quienes tienen el privilegio de aprender junto a él.

Por todo lo anterior, hoy quiero expresarte un agradecimiento profundo. Gracias por sembrar luz en los caminos oscuros, por tender la mano con paciencia, por ser guía, refugio y ejemplo.

Felicitaciones, maestros y maestras desde lo más profundo de mi corazón. Tu labor es sagrada, tu huella es eterna y tu legado es invaluable. Que nunca te falte fuerza para seguir, paciencia para enseñar ni amor para trascender, porque el mundo necesita más que nunca de tu luz.

Con cariño

Jaime J. Angulo P.

martes, 13 de mayo de 2025

 

13 frases que NO deberías decirle a tus estudiantes

Hay algunas expresiones que nacen de la frustración, sin embargo, el profesor que creó esta lista sugiere enfrentar esta frustración para evitar decir cosas que puedan herir a los estudiantes. Además, ofrece buenas alternativas a estas frases.

“Cuando era un nuevo profesor en la escuela primaria hace muchos siglos”, comenta el profesor Richard Curwin, “ocasionalmente le dije cosas a mis estudiantes de las cuales me arrepentí más adelante”. En los último años, con muchas más experiencia que antes, este docente estadounidense explica en Edutopia que, ha sido testigo de frases o comentarios hechos por profesores que al igual que él, se han arrepentido después. Recientemente, Curwin le preguntó a sus estudiantes (profesores en práctica), si ellos habían hecho lo mismo. Después de varias respuestas, muchas asociadas a algún tipo de arrepentimiento y luego de algunas conversaciones con niños, quienes le dijeron esas frases de profesores que los aburren, el docente recopiló una lista de frases que nunca deberían decirse en una sala de clases. Algunas están asociadas a la motivación y el control, y todas, absolutamente todas, reflejan frustración o incluso rabia. ¿Cuáles son éstas y cómo deberías reformularlas?

1. “Tienes el potencial, pero no lo utilizas”

Los estudiantes se sienten insultados cuando escuchan esto, explica el profesor. Algunos lo aceptan como un desafío para mejorar, pero al mismo tiempo, pierden su motivación. En reemplazo de este comentario, él sugiere decir esto de otra forma: "¿cómo puedo ayudarte a alcanzar tu máximo potencial?"

2. “Estoy decepcionada/o de ti”

Es normal sentir esto de vez en cuando, sin embargo, el resultado de expresar esto va a depender mucho de la forma como se haga. Los estudiantes con los que ha hablado el docente, le han comentado lo mucho que odian cuando un profesor les dice esto. ¿Por qué? El problema de esta expresión es que está centrada en el pasado. Por esta razón, se le puede dar un enfoque que esté más pensando en el futuro: "¿qué crees que puedes hacer para tomar una decisión más útil la próxima vez que te encuentres en una situación similar?"

3. “¿Por qué dices eso?”

En una conversación privada, muchas veces el estudiante susurra algo. Entonces, el profesores, en un tono algo desafiante, dice: “¡¿qué dijiste?!”. ¿Realmente quieres saber lo que susurró? Según Curwin, esto sólo despierta más molestias y es mejorar ignorar el susurro y seguir adelante.

4. “Si hago esto por ti, lo tengo que hacer por todos”

“Puedes enseñarle a todos lo mismo y ser justo”, dice Curwin. Cada estudiante necesita ayuda y cada uno es diferente y quiere sentirse diferente. Pensando en esto, es mejor decir: "no estoy seguro de poder ayudarte, pero haré todo lo posible para satisfacer tus necesidades de una forma u otra".

5. “Es contra las reglas”

Las reglas se asocian al comportamiento y muy a menudo, las personas tienen determinado comportamiento para intentar resolver problemas. Algunos de estos, pueden estar contra las reglas, entonces lo que propone este profesor es que, en lugar de decir “es en contra de las reglas”, digas: “déjame ver si hay una manera de satisfacer tu necesidad dentro de las normas”.

6. “Tu hermano/a era mejor que tú”

Nunca compares de manera positiva o negativa sobre nada. Las comparaciones sólo pueden llevar a problemas, independientemente del lado de la moneda en que se encuentre el estudiante.

7. “Me gusta como Juan se sienta”

Curwin dice que mencionar algo así para que todos los demás se sienten es una forma de manipular la situación. Por lo tanto, decirlo, es enseñarle a ellos que este tipo de manipulación, tiene un efecto. Además, cualquier estudiante que nunca se haya destacado públicamente por algo positivo, no se sentirá muy bien. Es mejor ser directo y decir la verdad diciendo: "clase, siéntense".

8. “Nunca conseguirás nada”

Obviamente, dice el profesor, una frase como esta podría considerarse un insulto. Pero además de esto es incorrecta. “Cuando era niño”, dice él “mucha gente decía que yo no sería profesor”. Entonces se pregunta, ¿cuántas personas han recibido este comentario?

9. "¿Quién crees que eres?”

Una expresión muy común frente al enojo. Pero además de esto, pregunta el profesor, ¿en realidad quieres saber quién es ese estudiante? Decir algo así es una manera de decir: “tu no eres tan importante como yo”. En otras palabras, es una forma de comunicación un poco arrogante que no lleva a nada.

10. “¿No vas a parar de hablar?”

El tono de esta expresión suena algo sarcástico. Este profesor sugiere no empezar las frases con un “nunca” o un “no”. Lo mejor, tal como lo menciona en varios de los puntos, es ser lo más directo posible.

11. “Ahora estoy ocupado/a”

Si un estudiante te necesita, intenta no evitarlo. Si efectivamente no puedes hablar con ellos en un momento determinado, demuéstrales que igual te interesa. Puedes decir algo como esto: "estoy muy ocupado ahora, pero tú eres muy importante para mí. A menos que esto sea una emergencia, encontremos un mejor momento para hablar. Realmente quiero escuchar lo que piensas".

12. “Toda la clase perderá… a menos de que alguien admita… ”

Un castigo colectivo nunca es una buena solución. Una de las razones principales, según el profesor, es que los estudiantes deben aprender a responsabilizarse de su comportamiento; necesitan resultados predecibles para sus elecciones. Cuando son castigados por algo que no hicieron, ven el mundo como un lugar impredecible donde las consecuencias no tienen nada que ver con las elecciones.

13. “¿Qué pasa contigo?”

Una pregunta como esta da a entender que el estudiante es imperfecto. Además, es una pregunta que en realidad no va a tener una respuesta, pero sí puede generar conflictos en la cabeza de un estudiante. Un enfoque mejor, sugiere el profesor, es decir algo como: "veo que tienes un problema. Trabajemos juntos para encontrar una solución".

Es normal sentirse frustrado, es humano enojarse de vez en cuando, especialmente en un contexto donde se enfrentan tantos desafíos. Lo importante, es aprender a encontrar un equilibrio, sobre todo en las palabras, para que aquellas que se elijan, no causen ningún daño en quien las recibe.

Camila Londoño. 

sábado, 10 de mayo de 2025

MUCHOS DOCENTES NO TIENEN EN UN MODELO DE EDUCACIÓN TRADICIONAL

La empatía en la enseñanza: fundamental para el éxito educativo

En el contexto de la educación,la empatía emerge como un elemento crucial para el éxito de los estudiantes y para crear un entorno escolar inclusivo y positivo. Definida como la capacidad de comprender y compartir los sentimientos de los demás, la empatía desempeña un papel esencial en la forma en que los profesores interactúan con los alumnos y les guían en su camino de aprendizaje. Numerosas investigaciones en el campo de la educación han puesto de relieve la relación entre la empatía de los profesores y el éxito de los alumnos. Un estudio realizado por Jennings y Greenberg (2009) demostró que los profesores empáticos son capaces de crear un clima emocionalmente positivo en el aula, fomentando el compromiso de los alumnos y mejorando su rendimiento académico. Además, la empatía es crucial para atender las diversas necesidades de los alumnos y promover la inclusión en el aula. Los profesores empáticos son capaces de reconocer y responder a las diferentes perspectivas, experiencias y estilos de aprendizaje de los alumnos, creando un entorno en el que todos se sienten aceptados y valorados. La empatía también desempeña un papel clave en la educación socioemocional de los alumnos, enseñándoles habilidades esenciales como la autoconciencia, la autorregulación emocional y las habilidades interpersonales. Los profesores empáticos proporcionan un modelo positivo y de apoyo para el desarrollo de estas habilidades, contribuyendo al éxito personal y profesional de los alumnos. Desarrollar y mantener la empatía requiere un compromiso constante por parte de los profesores, que deben practicar la conciencia emocional y la escucha activa. La formación del profesorado debe incluir elementos que fomenten el desarrollo de la empatía, como la reflexión crítica sobre el propio estilo de enseñanza y las estrategias de aprendizaje para crear un clima empático en el aula. En el Instituto Keynes, la empatía no es sólo un concepto, sino un valor fundamental que impregna todos los aspectos de nuestra filosofía educativa. Promovemos activamente la práctica de la empatía entre nuestro personal docente y animamos a los profesores a ser modelos de compasión y comprensión para nuestros alumnos. Invertir en la empatía del profesorado es un compromiso fundamental para nosotros, porque creemos que sólo a través de la verdadera comprensión y la conexión humana puede alcanzarse el pleno potencial educativo de cada individuo.

sábado, 3 de mayo de 2025


INVITACIÓN CELEBRACIÓN DIA DEL MAESTRO 2025


 Apreciados maestros (as), reciban un cordial saludo.


En el marco de la conmemoración del Dia del Maestro, el próximo jueves 15 de mayo de 2025, queremos exaltar la invaluable labor que desempeñan. Ser maestro es, sin lugar a duda, una de las profesiones más nobles y trascendentales para la transformación de una sociedad.

Con el propósito de ultimar detalles logísticos y asegurar un espacio cómodo y adecuado para cada uno de ustedes, les solicitamos amablemente diligenciar la siguiente encuesta:




Cordialmente,

GENNY MILENA PADILLA REINOSO
Secretaria de Educación de Cundinamarca

domingo, 27 de abril de 2025

 

¿CUÁL ES LA CUALIDAD MÁS IMPORTANTE EN EL PROCESO DE ENSEÑANZA APRENDIZAJE-APRENDIZAJE?


Las investigaciones y estadísticas muestran que en un 98% de los casos, un buen docente puede transformar y cambiar la vida de una persona o estudiante.

El 88% de las personas afirma que un profesor tuvo un impacto significativo y positivo en su vida.

El 83% de las personas aseguran que un docente ha reforzado su autoestima y su confianza en sí mismo.

Ser maestro o docente no es una profesión fácil. Un docente es una persona que se dedica profesionalmente a la enseñanza, impartiendo conocimientos y habilidades a estudiantes de diferentes niveles educativos y en diversas ramas del saber. Esta profesión ha evolucionado y perfeccionado con el tiempo, al punto de que, hoy en día, para ser un buen docente se requieren cualidades naturales o aprendidas como la empatía, la responsabilidad, el compromiso, la prudencia, la confiabilidad, la comprensión, la mística, la creatividad, la equidad, la justicia, la honestidad, la solidaridad, el respeto, la paciencia, el trabajo en equipo, el dominio disciplinar, la pasión por enseñar, el entusiasmo, la capacidad de adaptación, la inteligencia emocional, el manejo de la tecnología y la gestión eficaz del aula, entre otras.

Sin embargo, todas estas cualidades deben ir acompañadas de una habilidad muy sólida: la comunicación.

Habilidades de una comunicación sólida: La base de una enseñanza eficaz

Cuando escuchas la palabra "comunicación", ¿qué es lo primero que viene a tu mente? ¿Simplemente hablar? Por supuesto que no.
Una comunicación sólida, muchas veces considerada como una excelente capacidad comunicativa, es el puente entre el conocimiento y la comprensión. Cuando un docente domina esta habilidad, el aprendizaje fluye naturalmente en ambas direcciones.

¿Por qué es tan importante?

Porque:

  • Simplifica la complejidad, descomponiendo los conceptos difíciles en partes digeribles y comprensibles.
  • Crea momentos de aprendizaje memorables mediante el uso estratégico de historias y ayudas visuales.
  • Genera confianza a través de la escucha activa, demostrando a los alumnos que sus voces importan.
  • Modela la precisión lingüística, especialmente crucial en docentes de idiomas.

Seamos sinceros: hasta el plan de clase más brillante se desmorona sin una comunicación clara, efectiva y asertiva. Los profesores más eficaces adaptan su mensaje para llegar a cada tipo de estudiante en el aula, asegurándose de que nadie se quede atrás en una niebla de confusión.

Esta habilidad va más allá de la enseñanza en el aula, ya sea al comunicarse con padres sobre el progreso de sus hijos o al proporcionar retroalimentación constructiva sobre tareas, la capacidad de un docente para transmitir ideas con claridad y escuchar con atención es la base de todo lo que ocurre en el entorno educativo.

Es especialmente admirable cómo los mejores comunicadores adaptan su enfoque según las necesidades de cada aprendiz, explicando un mismo concepto de diversas formas hasta lograr ese momento de comprensión reflejado en sus rostros.

Pero, ¿Qué es la comunicación asertiva?

La comunicación asertiva es la forma de expresarse de manera directa, honesta y adecuada, respetando tanto a uno mismo como a los demás. Implica la habilidad de expresar ideas, sentimientos y necesidades con claridad, seguridad y serenidad, sin agredir ni manipular. Es una herramienta fundamental para mejorar relaciones, resolver conflictos y alcanzar objetivos de forma efectiva.

Un buen comunicador tiene control sobre sus palabras, ya que estas pueden construir o destruir, dar vida o causar daño. Son semillas: si se siembran bien, dan frutos hermosos y agradables; si no, pueden desencadenar tormentas. Las palabras encierran un poder tanto constructivo como destructivo.

Un buen comunicador no es quien habla sin límites, sino quien también escucha atentamente a su audiencia, la observa, hace pausas significativas, guarda silencios equilibrados, lee los gestos y emociones del público, y los anima a participar. Es por ello, que un buen comunicador guía con su palabra, hace preguntas, motiva al grupo y resalta cualidades cuando es necesario. También sabe controlar al grupo y hacer observaciones claras y firmes sin recurrir a tonos ofensivos; al igual que lo hace un buen docente.

Un buen comunicador no debe hablar en exceso: debe comprender el poder del silencio, al igual, debe saber refrenar sus labios y tener dominio de lo que dice. Por eso, todo comunicador debería "pedirle a Dios que vigile su boca y guarde sus labios, que ponga un centinela para que de su boca solo salgan palabras justas, verdaderas y edificantes; que lo libre de pronunciar palabras amargas, hirientes o destructivas, para vivir en paz y armonía".

Un buen comunicador debe ser maestro del uso de los tonos, gestos, pausas y silencios, ya que una sola palabra puede iluminar y arrancar aplausos, o bien ser la chispa de una tragedia.

El corre-corre del mundo moderno nos lleva a andar con prisa, impidiéndonos escuchar con atención o comprender lo que nos dicen y es allí que, la escucha es un elemento esencial en la comunicación. Un buen comunicador debe escuchar de manera atenta y consciente, con el propósito de entender mejor y lograr una comunicación clara y efectiva. La pausa y el silencio nos ofrecen la oportunidad de conocernos, reflexionar y pensar antes de hablar. El silencio oportuno transmite solemnidad, privacidad y sabiduría. Es una herramienta contra el orgullo y una protección frente al error.

Sigo creyendo que estamos en el camino correcto y sin olvidar nuestro slogan “Hagamos Mejor lo que Estamos Haciendo Bien”.

 JJAP