viernes, 31 de enero de 2025




Richard Gerver: su visión educativa en diez puntos

Profesor, escritor y asesor educativo británico, Richard Gerver se ha convertido en una referencia internacional de innovación educativa y recorre el mundo impartiendo conferencias para impulsar el cambio en el ámbito de la educación, en la organización de empresas y en la propia sociedad actual. Autor del superventas 
Crear hoy la escuela del mañana
, defiende la necesidad de educar a ciudadanos no ya del siglo XXI sino del siglo XXII, preparados para innovar y construir su propio futuro y dispuestos a aprender siempre. Desglosamos diez claves sobre las que se asienta ese cambio que Gerver defiende y en el que juegan un papel esencial los docentes.


  1. 1. La educación surge de las personas y se dirige a las personas. Cuando educamos y cuando impulsamos nuestra educación, a pesar de las estructuras, los sistemas, los procesos y las políticas, debemos recordar que lo que cambia el mundo son las personas y que en el corazón de la educación deben estar las personas.
  2. 2. Hemos complicado la educación en vez de mejorarla. Mientras tratábamos de cambiar nuestro sistema educativo, lo único que hemos logrado en los últimos años es convertirlo en un debate político e intelectual donde nadie se acuerda de los niños, los verdaderos protagonistas. Esto ha confundido y alienado a las personas y ha frustrado a los profesores, que se sienten vulnerables y amenazados. Para solucionarlo, hay que dejar de hablar de educación y empezar a actuar.
  3. 3. Los profesores son fundamentales. Cuando le preguntas a alguien sobre cuáles eran sus asignaturas favoritas en el colegio, si sigues indagando, en muchas ocasiones descubres que lo que les apasionaba no era la materia, sino el profesor. La labor del profesor es cambiar la forma en la que los alumnos ven el mundo y ayudarles a desplegar en él todo su potencial. Por eso, para que la educación cambie los primeros que deben salir de su zona de confort y los primeros que deben cambiar son los profesores.
  4. 4. Educar es más que enseñar. Los conocimientos y contenidos académicos son importantes, pero lo esencial es formar a ciudadanos no ya del siglo XXI sino del siglo XXII, con las conductas, habilidades y actitudes hacia el mundo necesarias para crear un futuro positivo y constructivo.
  5. 5. Para aprender, arriesgarse es más importante que acertar. Debemos conservar la capacidad que tienen los niños de crear, imaginar y pensar posibilidades, porque al crecer olvidamos esa capacidad. Tenemos miedo no solo de arriesgarnos sino del más mínimo cambio, y nos centramos solo en encontrar la respuesta correcta; pero acertando, haciendo lo correcto en el momento correcto no se aprende. Se aprende corriendo riesgos, admitiendo que algo no se sabe y cometiendo errores.
  6. 6. La educación es una celebración de la vida. Educar es celebrar la vida de nuestros niños, ayudarles a entender el poder de su futuro, animarles a levantar la cabeza, mirar sus aspiraciones, sus sueños, sus intereses, sus habilidades, lo que les hace únicos y su potencial; es decir, ayudarles a entender y celebrar quiénes son como individuos, como miembros de la comunidad y como parte de la sociedad.
  7. 7. Hay que pensar en los alumnos y escucharles. Hay que diseñar la educación pensando en los niños, que son sus verdaderos protagonistas, en vez de pensar en lo que nos conviene como adultos o lo que nos gusta como profesores. Pero, además, los niños, los jóvenes, los estudiantes deberían tener la palabra cuando se habla de educación, cuando se debate sobre su futuro, para dar a conocer sus aspiraciones, sus sueños y sus valores y lo que esperan del sistema educativo.8. La educación debe empoderar, no controlar ni examinar. La educación debe ser capaz de poner al niño en movimiento, animarle, impulsar su aprendizaje y ayudarle a desarrollar una determinación, un propósito, en vez de controlarlo, apoyarse en el miedo, la presión y el castigo, prepararle para hacer más y más exámenes y obligarle a colorear siempre dentro de la línea. Un sistema que se apoya en tests, exigencias académicas y notas no evoluciona realmente, solo consigue una educación superficial.
  8. 8. La educación debe empoderar, no controlar ni examinar. La educación debe ser capaz de poner al niño en movimiento, animarle, impulsar su aprendizaje y ayudarle a desarrollar una determinación, un propósito, en vez de controlarlo, apoyarse en el miedo, la presión y el castigo, prepararle para hacer más y más exámenes y obligarle a colorear siempre dentro de la línea. Un sistema que se apoya en tests, exigencias académicas y notas no evoluciona realmente, solo consigue una educación superficial.
  9. 9. El aprendizaje debe ser significativo y motivador y los profesores son los encargados de lograrlo. Para motivar a los estudiantes y para educarles de verdad debemos ofrecerles un aprendizaje que les importe, que les afecte, les divierta y les apasione, que signifique algo para ellos aquí y ahora, no para el futuro ni para preparar un examen. La tarea de los profesores ya no consiste en transmitir información y conocimientos a los alumnos, sino en ser capaces de unir lo que interesa a sus alumnos con las habilidades que necesitan desarrollar, y crear así un entorno de aprendizaje irresistible para ellos.
  10. 10. El nuevo sistema educativo debe ser flexible y personalizado. Hay muchas sociedades, comunidades, clases y alumnos diferentes, por lo que la educación no puede ser igual para todos, no puede ser un sistema único e inamovible, sino que debe cambiar y personalizarse. El nuevo sistema de educación que diseñemos debe ser flexible y adaptable a cada realidad y a las necesidades individuales de cada alumno. 

miércoles, 29 de enero de 2025

 Educar es más que enseñar.

Los conocimientos y contenidos académicos son importantes, pero lo esencial es formar a ciudadanos no ya del siglo XXI sino del siglo XXII, con las conductas, habilidades y actitudes hacia el mundo necesarias para crear un futuro positivo y constructivo.

Educar es mucho más que enseñar; es acompañar y guiar a cada alumno

La enseñanza que deja huella no es la que se hace de cabeza a cabeza, sino de corazón a corazón. Howard G. Hendricks

En una sociedad tan compleja como la actual cada vez resulta menos válido un modelo de docencia predominantemente académico. El profesor debe conocer la sociedad en que vive y hacer del aula un medio en que el alumno pueda analizar y responder de manera sistemática a los numerosos interrogantes que emergen (A. de la Herrán, Coord., 2003). Hoy en día el profesor es mucho más que un mero transmisor de todo el saber; resulta evidente que en el cambiante contexto actual ni siquiera el docente universitario puede limitarse a transmitir conocimientos. El profesor, y más aún en infantil o primaria, debe sugerir, facilitar o contribuir a crear las condiciones que hagan posible que el alumno acceda al conocimiento de valores por medio de su experiencia. Como dice el filósofo y maestro Gregorio Luri “¿qué es educar, sino hacer apetecibles las posibilidades más altas de cada uno?”.

Educar y enseñar

Muchas veces se usan los dos términos queriendo expresar lo mismo. Lo cierto es que se trata de palabras con un significado muy diferente. Se entiende por ENSEÑAR la presentación organizada en sistemas de hechos, ideas, habilidades y técnicas a los estudiantes. EDUCAR, en cambio, es formar al sujeto en valores (como el esfuerzo, la soberanía, el respeto), sus derechos y sus obligaciones. Históricamente, la primera corresponde a la escuela y la segunda principalmente al núcleo familiar.

Sin embargo, la educación en valores, la educación emocional, el acercamiento y visión pedagógico de nuestros hijos recae cada vez más en los colegios, donde padres y profesores educamos remando en la misma dirección a quienes serán el sostén y futuro de nuestra sociedad.

Si bien hace unos años parecía estar muy diferenciado: conocimientos al colegio, educación en casa; en la actualidad, lo segundo, se impone en las aulas. Quizá este debate, en plena pandemia resurge aún con más fuerza porque hemos vistos a nuestros hijos con clases virtuales y los padres a su lado, apoyándoles y ayudándoles.

¿Qué es educar y qué es enseñar?

Definamos enseñar al acto que se realiza cuando transmito una idea, basada en mi propia creencia; cuando señalo el camino que tiene que seguir mi hijo, cuando impongo reglas o preceptos bajo instrucciones precisas; cuando tengo la habilidad de transmitir un conocimiento determinado; cuando digo: “Hazlo así o de aquella manera”; cuando el objetivo es introducir conocimiento o cuando quiero demostrar que algo funciona para mí de una determinada manera.

No obstante, se educa cuando nos concentramos en sacar lo mejor de mi hijo y que él sea consciente del proceso. Estamos enfocados en su educación cuando lo entrenamos en el conocimiento de habilidades sociales que le permitan desarrollar capacidades que les ayudarán a gestionarse en el entorno. Cuando lo guiamos a bucear por sus emociones para que adquiera conocimiento de su propio ser. Estaremos educándole cuando le animamos a que desarrolle su creatividad para que encuentre sus propias soluciones ante los problemas. Educar es cuando se le trata como una persona importante, especial y única, no como un recipiente donde yo meta lo que creo que la a convenir. Educamos cuando lo acompañamos en su propio camino, cuando estamos presente en su vida y que sepa que puede contar con nosotros. Estaremos educando (sí, en mayúsculas) cuando le transmitimos los valores que le harán falta para manejarse en este mundo tan impredecible, cuando le muestre en su espejo que es una obra de arte irrepetible. ¿Y no es eso lo que hacemos en nuestro colegio?

Educar es más difícil que enseñar, porque para enseñar tu precisas saber y para educar precisas ser.

Educar para ser su mejor versión

Por todo esto el colegio Areteia sabedor de la gran diferencia entre ambos términos busca educar a nuestros alumnos más que enseñar; ofreciéndoles las herramientas para sacar su mejor versión, para aprender conocimientos, para adquirir habilidad pero, sobre todo, cada día tiene como misión acompañar y guiar a cada alumno para que sea el centro y motor de su aprendizaje, para que aprenda a ser, a conocer, a hacer y a convivir. Los alumnos de Areteia reciben una formación integral, a través de programas, talleres, conferencias y eventos innovadores que complementan el currículum oficial, y les permiten adquirir estrategias y habilidades que potencien su crecimiento personal consiguiendo, así, que se desarrollen con equilibrio tanto en lo académico como en lo personal. Parte de esta labor se refuerza también en una serie de opciones extracurriculares como el Apoyo al estudio, Apoyo psicopedagógico, Piensa Piensa (apoya el desarrollo holístico), Habilidades sociales y tiempo libre, Artes (baile, teatro, canto e instrumento musical), Deportes, Apoyo psicológico, Escuela de Tiempo libre y Socorrismo acuático ….  donde formamos personas más que enseñamos a alumnos (aunque también).

Con la firme creencia de que educar es mucho más que transmitir conocimientos en el colegio Areteia, los profesores tienen a su disposición múltiples formaciones, y jornadas de la innovación donde se reflexiona acerca de temas candentes para ser mejores profesores. Este es solo un ejemplo de cómo cada día nuestros maestros se enfocan, piensan y mejoran para saber sacar la mejor versión de nuestros alumnos.

Lo que se les dé a los niños, los niños darán a la sociedad. Karl A. Menninger

Dos voces sobre la educación y la enseñanza

Cuando se le pregunta al mismo Francesc Torralba, Catedrático en Filosofía en la Universidad Ramón Llull y escritor, sobre cómo educar para ser una persona emocionalmente equilibrada responde sin titubear “creo que la práctica educativa la centramos hacia fuera, es decir: damos conocimientos del mundo y de la historia, de la filosofía, de la poesía, de las ciencias naturales pero, en cambio, no nos centramos en el mismo educando, en el sujeto de la educación. Una función básica es, en primer lugar, lograr que el educando se conozca y se acepte, y acepte que tiene limitaciones y que tiene posibilidades que bien desarrolladas le proporcionarán un buen futuro”.

En este mismo sentido, Andria Zafirakou Profesora de Arte en Alperton Community School y ganadora del Global Teacher Prize 2018, contesta sobre qué se debe transmitir en las aulas a los estudiantes con esta contundencia, más cerca de la educación que de la enseñanza: “Confianza y ayudarles a comprenderse a sí mismos. Para algunos jóvenes es complicado mostrarse tal y como son, ya que les cuesta que sus compañeros perciban sus debilidades. Transmitirles que confías en ellos, que todos son iguales y que pueden equivocarse, es lo que les debemos hacer los profesores. Siempre intento crear un entorno de confianza, de experimentación y resistencia en clase, y demostrar a los estudiantes que el fracaso también puede ser bueno como aprendizaje”.

Una herramienta útil para educar y enseñar

Como colegio nos gusta ofrecer herramientas para enseñar y educar, y la disciplina positiva es una metodología pedagógica orientada a educar, enseñar y guiar a los alumnos o hijos desde el punto de vista de la comprensión y la empatía. Supone un cambio de paradigma importante en el mundo de la educación, ya que se deja de lado el trato igual para todos para pasar a uno individualizado, ajustado a las necesidades de cada niño. Asimismo, pone en tela de juicio la imposición de castigos como medio para obtener una conducta adecuada.

Así pues, este método se basa en el respeto y la individualidad de cada alumno, de tal forma que se pone en el escalafón más alto la parte emocional, sus sentimientos. ¿No es esto lo que buscamos a la hora de educar a nuestros hijos?

Es evidente que no todos poseen las mismas capacidades, como tampoco necesitan igual atención. Es decir, no todo sirve a todos. Es justo en ese punto en el que la disciplina positiva entra en juego.

sábado, 25 de enero de 2025

 

HERMOSA REFLEXIÓN QUE TE INVITO A ESCUCHAR PARA TU CRECIMIENTO PERSONAL.

Así respondía Einstein cuando le preguntaban sobre Dios.


https://www.facebook.com/share/v/18Cd3yqrNJ/



domingo, 19 de enero de 2025

 

PENSANDO EN HACER MEJOR LO QUE ESTAMOS HACIENDO BIEN, PONEMOS A SU DISPOSICIÓN DINÁMICAS Y CONSEJOS QUE SE DEBEN TENER EN CUENTA PARA COMENZAR EL AÑO 2025 CON PIE FIRME. 





jueves, 16 de enero de 2025

 

¿Cómo planear la primera semana de clases y causar buena impresión?


Puntos clave:

  • Planificar actividades que introduzcan el entorno escolar y fomenten la conexión entre alumnos y docentes.

  • Enviar cartas de bienvenida y organizar tours para hacer sentir a los nuevos alumnos parte de la comunidad desde el primer día.

  • Utilizar juegos y dinámicas de team building para promover la colaboración y amistad desde el inicio.

  • Elegir un docente entusiasta para una primera clase dinámica, interactiva y tecnológicamente enriquecida.


La primera semana de clases es crucial para establecer el tono del ciclo escolar y asegurar una experiencia positiva para los alumnos, especialmente para los de nuevo ingreso


Consejos para planificar la primera semana de clases en tu colegio

1. Planificación estratégica de la primera semana


La organización de la primera semana debe ser meticulosa. Diseña una agenda que incluya actividades que ayuden a los alumnos a familiarizarse con el entorno escolar, relacionarse con sus compañeros y conocer a los docentes.


Las actividades deben ser variadas y adaptadas a diferentes estilos de aprendizaje para asegurarse de que todos los estudiantes se sientan incluidos y entusiasmados.


Considera incluir recorridos por el campus, donde los estudiantes puedan conocer las instalaciones, como bibliotecas, laboratorios, salas de arte y áreas recreativas.


2. Bienvenida personalizada para nuevos alumnos


Una bienvenida cálida y personalizada hace sentir especial a cada uno de tus nuevos alumnos y tus nuevas familias. Considera personalizar las cartas de bienvenida, los tours por la escuela y hasta las presentaciones de los profesores.


Estas pequeñas acciones pueden hacer que las personas se sientan valorados desde el primer día. Para personalizar la bienvenida, puedes aprovechar la información que hayas obtenido durante el proceso de admisión o a través de redes sociales.


Algo que puede serte de gran ayuda es crear pequeñas fichas informativas o notas que incluyen detalles sobre los intereses, talentos, gustos y preferencias de cada alumno o cada familia. El objetivo es proporcionar a los docentes y al personal de la escuela una comprensión más completa de cada estudiante, lo que les permite adaptar sus enfoques y apoyar mejor a cada estudiante.


3. Actividades de integración y team building


Las actividades de integración y team building son esenciales para fomentar un ambiente de colaboración y amistad. Juegos, dinámicas grupales y proyectos colaborativos pueden ayudar a romper el hielo y a crear lazos entre los alumnos.


Las actividades deben estar diseñadas de manera inclusiva para garantizar que todos los estudiantes, independientemente de su origen o personalidad, se sientan bienvenidos y valorados.


Involucrar a estudiantes veteranos como facilitadores en estos eventos puede ofrecer una perspectiva adicional y ayudar a integrar a los nuevos estudiantes de manera más efectiva, creando un entorno donde cada estudiante se sienta parte de una comunidad solidaria.


4. La importancia de la primera clase del primer día


La primera clase del primer día es fundamental. Selecciona a un profesor/a con dinamismo y entusiasmo para que imparta esta clase, asegurando que sea una experiencia atractiva y memorable.


Aquí hay algunos consejos para esa primera sesión:

  • Energía y entusiasmo: El maestro debe mostrar energía y entusiasmo para contagiar a los alumnos.

  • Contenido interactivo: Incluir actividades que inviten a la participación activa de los alumnos.

  • Conexión con los alumnos: Tomarse un momento para conocer a los alumnos y sus intereses.

  • Expectativas claras: Establecer objetivos y normas desde el principio.

  • Uso de tecnología: Incorporar herramientas tecnológicas para mantener la atención de los alumnos.

  • Feedback inmediato: Solicitar retroalimentación al final de la clase para ajustar el enfoque si es necesario.








Niños con mochilas caminando hacia la entrada de una escuela en un día soleado.


Niños con mochilas caminando hacia la entrada de una escuela en un día soleado.
Niños con mochilas caminando hacia la entrada de una escuela en un día soleado.
Niños con mochilas caminando hacia la entrada de una escuela en un día soleado.